Nada más argentino que unos buenos alfajores, en este caso, crocantes, tentadores y tradicionales, ideales para compartir con el mate.
Los clásicos son con dulce de leche, pero se puede innovar y rellenarlos con dulce de membrillo o mermelada de fruta, de todas formas van a ser riquísimos.
La masa no lleva azúcar, todo lo dulce lo aporta el relleno y cobertura.
La cantidad de relleno que le pongan va a depender de que tan golosos sean.
Ingredientes:
600 g de harina 0000
6 yemas
1 cda de licor de anís o ron
1 cdita de sal
100 cc de agua tibia
120 g de manteca
Relleno:
dulce de leche, cantidad necesaria
Glaseado:
1 clara
200 g de azúcar impalpable
jugo de medio limón
200 g de azúcar común
100 cc de agua
Formar una corona de harina sobre la mesa, en el hueco poner las yemas, la sal, el agua y el licor.
Unir la masa mientras se agrega la manteca pomada de a poco. Amasar por 10 minutos, tapar con papel film y dejar descansar a temperatura ambiente por media hora.
Estirar la masa bien fina y cortar las tapitas con un cortante de 8 centímetros de diámetro.
Pinchar las tapitas con un tenedor, colocarlas en placas limpias (sin enmantecar) y cocinar a horno fuerte 200º por 5 a 8 minutos, hasta que tomen color.
Dejar enfriar y armar los alfajores con tres capas y rellenarlos con dulce de leche.
Para la cubierta, mezclar la clara con el azúcar impalpable y el jugo de limón. Hacer un almibar con el azúcar y el agua a punto bolita blanda y agregar a la mezcla anterior sin dejar de batir.
Bañar los alfajorcitos sobre una rejilla y dejar secar.